Autumn Castle

Autumn Castle

domingo, 14 de septiembre de 2008

For what it's worth


Hay cosas que no cambian por mucho que pasen los años.

La misma discusión – el mismo insomnio – el mismo sabor dulce – las mismas palabras – el mismo dolor – el mismo masoquismo – la misma estupidez – las mismas palabras – los mismos ojos – la misma esperanza – los mismos reproches – los mismos apretones de manos – el mismo brindis – el mismo empeño – la misma confusión – el mismo deseo – la misma sonrisa – la misma acidez – el mismo miedo – la misma ansiedad – las mismas canciones - las mismas dudas – las mismas fotografías – la misma confianza – las mismas mentiras – la misma rabia

Una Guerra Feliz - Revólver
Se prohibió ser un cara de desgracia
y guardó su pena con mimo para nunca olvidar
decidió no ser mar de condolencias
ni un arcón de palmadas de espalda ni beso a granel
la mitad de su trozo de tarta la pasó escondido
sin llegar a averiguar jamás ni de que ni de quién
no hay razón más humana que huir de lo desconocido
ni motivos que te hagan sentirte peor que el de huir

Y fue así como un día estalló una revolución
entre sus sentidos
levantándose en armas dispuesto a luchar sin cuartel
pero como no hay guerra feliz porque siempre hay vencidos
en su lucha de ser o no ser el vencido fue él

Se negó a comprender que la vida no era un dulce de leche
lo mejor es que nunca hay dos días que sepan igual
que no hay luna sin sol ni la risa si no existiera el llanto
ni la tierra sin agua ni boca prohibido besar
y es que el zurdo en un mundo de diestros abraza el peligro
tanto o más que el diablo de compras, turista en Belén
como un coche sin ruedas inútil desnudo y herido
claudicó ante el espejo dispuesto a verse caer

Y fue así como un día estalló una revolución
entre sus sentidos
levantándose en armas dispuesto a luchar sin cuartel
pero como no hay guerra feliz porque siempre hay vencidos
en su lucha de ser o no ser el vencido fue él

Guardó un minuto de duelo de 50 segundos
se enlutó hasta las cejas rumiando lo absurdo que fue
el retar a molinos de viento más sólo que un uno
contemplando su lanza partida y partida su fe
y es que la vida no es vida ni es nada si no hay una estrella
en la que escribas tu nombre en la estela que deja al viajar
mira al cielo una noche cualquiera y busca tu senda
persigue tu sueño aunque el mundo te quiera evitar
Y fue así como un día estalló una revolución
entre sus sentidos...