O mi queridísima Mery.
Este post va para ti, y sólo para ti. Porque creo, que va siendo hora de que te diga lo estupenda que eres y todo lo bien que me caes, porque sé que últimamente apenas coincidimos y echo de menos hablar contigo, y porque me hizo mucha ilusión que hace unas semanas me dijeras que me llamabas sólo porque tenías ganas de hablar contigo. Y es que, pequeña rubia, te haces querer muchísimo.
También lo escribo porque aunque muchas veces no digo nada, sigo y leo tu blog con atención. Y por hacer homenaje a aquella charla que tuvimos una tarde (¿recuerdas?), donde llegados a la conclusión que a veces era bueno tener una persona que te esté diciendo todo lo que te hace especial y todo lo que le gusta de ti. Porque esos silencios donde no dices nada responden las preguntas que yo no formulo, por que sé que me vas a decir un bien tímido, y yo estoy muy lejos para darte los abrazos, que en lugar de las preguntas, se deben ofrecer en esos momentos. Para decirte, en fin, que es un placer haber coincidido contigo, haberte conocido y haber mantenido todas y cada una de las charlas que hemos tenido. Que tienes una sonrisa preciosa (creo que nunca te lo había dicho, ¿verdad?) y que eres una de esas personas que tiene un don para sacarme una sonrisa por muy nuboso que haya amanecido. Que muchas gracias por acordarte de mi cumpleaños y que sepas que tienes una alegría contagiosa.
Y aunque por desgracia, Madrid no haya podido ser en las fechas que planeaba (siempre ocurre lo inesperado, dijo Disraeli), te prometo que este año, sea como sea, nos vamos a tomar ese helado de chocolate, en Madrid, en Barcelona, o en los dos sitios. Yo seré como el Otoño, pero tú eres como el verano: cálida y agradable.
(Siempre conozco a las mejores personas de las formas diferentes).
Autumn Castle
viernes, 5 de octubre de 2007
Retratos: La Reina del Hielo
De la Pluma de La Maladie de la Raison en 16:28
Etiquetas: Meditaciones, Retratos
Suscribirse a:
Comment Feed (RSS)
|